- ¿Tienes frío?
+ No.
- ¿Tienes frío?
+ No.
- ¿Tienes frío?
+ ¿Cuántas veces me vas a preguntar eso?
- Las que necesite para poder abrazarte.

- A veces me pregunto, ¿tanto te gusto como para no haberte cansado ya de mi? ¿Sigues sintiendo lo mismo por mi, o ya es una rutina? ¿Enserio dices que te dejo sin respiración? ¿De verdad te falta oxigeno cuando me tienes cerca?

+ Dejame decirte que eres como el tabaco, poco a poco te conviertes en un vicio, y cada día quiero que me des mas que el anterior. Cariño, te sigo queriendo como el primer dia, incluso más. Y tranquila, que tu a mi me dejas sin oxigeno, sin hidrógeno, sin nitrógeno y sin toda la puta tabla periódica.

Bien, él es… Él es mi canción favorita. Una de esas canciones míticas, que sabes que te gustarán siempre, y no te podrás cansar nunca de escuchar… Él es así. Es como un beso de buenos días que va acompañado de una sonrisa mañanera, o como una ducha caliente un día de nevada. Es como un abrazo. Un abrazo de esos que necesitas. Es como una de esas melodías, que sueles tararear cuando el miedo te domina… ¿Sabes qué más te podría decir de él para que lo entendieses? Podría decirte que él es todo. Pero no en el sentido típico de la palabra. Todo de verdad. Todo aquello que, una vez que lo pierdes, piensas que ya la vida no sirve más que para darte copias baratas e imitaciones absurdas de la mejor canción de amor que hayas escuchado jamás.